Lenguaje de viajando conmigo

Siempre me ha gustado el lenguaje de la palabra escrita, de las imágenes que rondan el mundo en silencio, del amor que se expresa con dulzura, de los pinceles que difuminan colores a través de las almas, de las sensaciones de los olores cuando se cierran los ojos, del roce de la persona amada… Viajando conmigo es una bitácora por el mundo de mis sensaciones… me acompañas?

Solo puedo decir que cada nuevo destino con billete de vuelta, me enseña un pedazo de mi que desconocía.


Príncipes azules??

De niña me di un hartón de ver películas como la cenicienta, blanca nieves, la bella durmiente y todas esas historias de princesas con medidas perfectas y “estratosféricas” de 90, 60, 90… menos mal que ahora las películas de princesas y príncipes son como las de Sreck, porque o si no como sería del corazón de las niñas del mañana?... hago referencia a esto porque aquellas películas de cuentos de hadas de una forma u otra crearon un arquetipo, estereotipo o “no se que” en la vida de muchas mujeres de mi generación y entonces íbamos por allí con el cartel en la frente “en busca del príncipe azul” – “ hago dieta en busca del príncipe azul” y en estos tiempo sería “un cirujano que me rehaga, para la búsqueda del príncipe azul”…
Bueno… pero menos mal que llegó SRECK el salvador!!... el único príncipe que no se pasaba de rana a guaperas, buenazo, papasito!!... el único príncipe que es simplemente como es, sin caballo blanco ni nada por el estilo… y Fiona, su fiel y loca compañera… la más de la más, pasa de chica guapa a “gordita” y simpática, segura atrevida y audaz. Esa!, es la vida real…
Siento decir esto, pero es que hasta cuando esperas al príncipe azul? ese tipo no existe… nadie te salvará de una torre en llamas o de la bruja malvada… solo tu, única, individual, grandiosa, maravillosa, positiva y gran mujer eres capaz de todo y contra todo sin necesidad de caballos o besos encantados…
Cuando descubrí ese tesoro en mi pequeño cuento ya había besado a algunos falsos príncipes, ranas encantadas y demás… no necesité ningún encantamiento para encontrarme conmigo misma y darme cuanta que valgo por mi sin un él…
El caso es que cuando deje de creer en cuento de niña, conseguí un compañero de travesía que se atrevió a pedirle a esta “Fiona” un abrazo para toda la vida. Asumiendo que en este cuento que emprendemos juntos también somos seres individuales y que no todas las historias tienen que terminar con la trillada frase: “fueron felices y comieron perdices”… que en las historias hay de todo y los finales son según con los ojos que se miren…
Particularmente el camino del cuento que escribo (mi vida) lo miro con ojos de "amor"

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola princesa!
M'agrada molt el teu punt de vista de la vida i el teu afany de superació, ets un referent per a mi a l'hora de superar els problemes del dia a dia i de la vida en general, ja que t'admiro per aquesta manera de ser que tens, en la que desprens alegria per cada poro de la teva pell.
Felicitats pel blogg! ah! i que sàpigues que segueixo amb fidelitat tot el que escrius. Un petó molt fort d'un catllarenc

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